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el tren de los momentos

04 noviembre, 2007

"Alejandro forever"


"Una voz en off te avisa de la próxima salida del Tren de los Momentos. A continuación un estruendo de sonido simulando el inicio del viaje nos transporta a la aventura que está a punto de empezar. Y sale el maestro. Alejandro Sanz, de nuevo, en el coso de La Condomina como si fuera ayer. A primera vista, la silueta de ese cuerpecillo tan pequeño, recuerda al Alejandro de los inicios, ese veinteañero en vaqueros con su guitarra al hombro que reivindicaba ir pisando fuerte. Y el paso de las canciones me da la razón, un Alejandro Sanz más rockero se reinventa en plena madurez.

Dejémonos ya de zarandajas y necedades. Si quieren saber de verdad como está un artista vayan a verlo en vivo y abomine de Patiños and company. El espectáculo ha comenzado. Unas luces apagadas provocan un silencio expectante que, al distinguir al ídolo, se convierte en una masa arrebatada que se vuelve loca a la primera sonrisa que suelta el músico. Miles de personas rendidas a sus pies, tanto que seguro que se le ocurre ponerse a cantar Mi carro y nos lo comemos igual. Reconozco que esta vez se me va a ver el plumero más de la cuenta, cual Norma Duval bajando las escaleras del Folies, pero siento debilidad por este geniecillo poético. Mira que hemos oído de todo acerca de su depresión, curas varias, stress, ayudas psicológicas o mayordomos infieles y traidores junto a madres de hijos que se muestran sin pudor en exclusivas; pero este tipo ha demostrado que tiene energía para sobrevivir hasta el infinito y mucho más. Decía Chesterton que el periodismo consiste esencialmente en decir "Lord Jones ha muerto" a gente que no sabía que Lord Jones estaba vivo y en Alejandro se cumple la premisa.

La noche del jueves, en Murcia, se mostró cercano, cariñoso, ágil, ocurrente, agradecido y vacilón y, lo más grande... con la voz mejor que nunca. Vestido con una cazadora de cuero ceñida y unos vaqueros desgastados hizo olvidar a aquel Alejandro del tour Más que vestía con traje oscuro de Armani y que la explosión Corazón Partío le provocó más de un dolor de garganta. Esta vez se nos ha presentado espléndido, fresco, suelto, cómodo y, como digo, con una garganta en plena forma. De nada me sirven los rumores, me valgo de su trayectoria profesional y un artista que sigue siendo fiel a su primera compañía discográfica como a su manager dice mucho de él.

Alejandro sigue enamorando, sigue poniendo la carne de gallina en momentos en que la poesía vuela y crea una atmósfera de complicidad entre el público y el músico. La metáfora del tren es un resumen de momentos que han cambiado el destino de su vida. El corazón partío, que no desgarrado, sigue removiendo las almas y es que el dolor es productivo: "Hay sitios a los que sólo se llega a través de las heridas". Luego, a pie de piano, sigue siendo el clásico romántico, "de esos a los que sólo les falta tener la tuberculosis y poco más". De su boca oímos palabras que hacen versos pero únicamente su corazón es poeta y lo más bonito es que no intenta explicar el sentido de sus letras, "soltarlas al aire echaría a perder una historia a alguien".

Alejandro Sanz, que no San Alejandro, sigue en plena forma; no deje que se lo cuenten y compruebe de cerca como un tío 'solo' llena todo el escenario. Y doy fe que, el paso de los años, no ha logrado borrar esa expresión de chico tierno y esa mirada picarona con la que te sigue enganchando a poco que te descuides."

(Por NIEVES B. JIMÉNEZ en laopiniondemurcia)