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el tren de los momentos

21 mayo, 2007

El tren no pudo hacer su primera parada...


A las puertas de la estación quedaron miles de pasajeros con su billete en la mano y la mirada fija en el andén...


Tras una larga espera, en el último instante el maquinista dijo no. Que el estado de las vías no era óptimo, que no habría viaje. El día del encuentro se truncó y se vistió de azul oscuro casi negro... llegó el desencuentro, el vacío, la tristeza, el no poder hacer nada después de haberlo jugado todo.

Con la mirada perdida, buscando insconscientemente una señal que diese sentido a la amarga calma que dejó la tormenta repentina de aquella tarde de mayo, decidimos iniciar el camino de regreso, el mismo que hicimos en busca de un destino convertido en papel mojado.

En un intento por reconciliarnos con la parte de nuestro ánimo que enmudeció con el mal trago, con la impotencia de querer y no poder, buscamos su voz como refugio, aún sabiendo que no disipará la ausencia.

Y suena la música...

"A veces las cosas se tuercen te digo por cierto, y te encuentras frente a ese desierto abierto, con el hielo mudo y el coraje lento..."


Hemos escuchado estos versos tantas veces... pero nunca tuvieron tanto sentido. Será por lo de la lectura que cada uno hace según lo que le pasa. Será la señal que buscábamos...


"Dame alguna excusa que nos salve, o que nos traguen siete mares, pero no me quites el coraje..."

El paisaje de Castilla nos va devolviendo los momentos. Tal vez estaría bien hacer una parada para aprovechar el viaje...

"No te preocupes que hoy es domingo y Dios descansa, disfrutemos del momento y de este sitio que nos regala..."

Dulcemente enmudezco de nuevo con la extraña sensación de estar descifrando un mensaje subliminal cuyo lenguaje sólo entenderían los primeros viajeros que perdieron el tren... Sé que no es premeditado... Será la magia que nos faltó, que se quedó helada y ahora se derrama en el único punto en que, por ahora, convergemos.

"Enséñame tus manos, que las mías se han cansado de intentar coger el mundo con los puños apretados... Enséñame tus manos, abre las palmas que las vea y ahora dime si aún te queda un poco de esperazan en ellas"


El disco sigue girando, nos acompañas en nuestro caminar lento pero firme... "De cualquier tormenta puedo hacer un cielo azul"... Lástima que esta vez no pudiese ser. Será la próxima. Estaremos de nuevo en la parada, como si fuese la primera vez...