Un encuentro con la otra cara de México...

El cantante español Alejandro Sanz interpretó algunas de sus más famosas canciones durante una visita al centro penitenciario femenino Santa Marta, en la capital de México.

Sanz, cuya gira mexicana se inició el pasado miércoles y abarcará un total de 12 conciertos en diversas localidades, cantó el pasado lunes para las 1.500 reclusas del penal, situado en el sureste de la capital mexicana.

Según un comunicado de la Dirección General de Prevención y Readaptación Social del gobierno capitalino, el cantante visitó las áreas de tortillería, panadería, cocina y servicios generales.

El encuentro fue posible gracias al programa "Creamos Alegrías" de la Fundación de la Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE).

A la llegada de Sanz al patio del centro penitenciario, las internas ejecutaron una coreografía con el tema 'La Tortura', que el cantante español interpreta originalmente junto a la colombiana Shakira.

El músico habló también con 26 prisioneras que componen el grupo musical 'Somos Todos', que ya ha grabado un disco compacto, y visitó a los 55 niños que viven con sus madres en el penal. El grupo de música integrado por las reas regaló al cantante una guitarra autografiada e interpretó 'Corazón partío' y 'Pisando fuerte', dos de los temas de mayor éxito de Sanz.

Además, el artista recibió un reconocimiento firmado por el jefe de gobierno del Distrito Federal, el izquierdista Marcelo Ebrard.

Finalmente, Sanz mantuvo un encuentro con 15 reclusas que fueron seleccionadas por su buena conducta.

El cantante ofrecerá cuatro conciertos más en el Auditorio Nacional de la capital mexicana y posteriormente actuará en Guadalajara (centro) y Monterrey (norte), donde concluirá su gira el 12 de mayo.

"Voy a mandar un par de computadoras, ya quedé con ellas", dijo. "Vamos a traer (también) unos libros para ayudar a que sea más pasajera la estadía de las chicas aquí", declaró.

Sanz nunca antes había visitado un penal, y manifestó que se sentía feliz con la experiencia. "Me siento muy contento de poder convivir con las chicas, pero sobre todo, de participar en este evento que apoya la reintegración", afirmó el cantante.

Las reclusas le obsequiaron una pintura, chocolates, un libro y unas figuras de madera con los nombres de sus hijos, Manuela y Alexander, mientras que él repartió autógrafos y las deleitó con su simpatía.

A final del "recital", 16 reas de buena conducta, una de ellas con su bebé en
brazos, tuvieron oportunidad de conversar con Sanz y convivir con él en un salón aparte."Es toda una experiencia darme una vuelta y saludar. Sé que muchas veces están aquí por las circunstancias”, comentó Sanz